Según numerosos estudios hechos por varias universidades prestigiosa de USA, las almendras reducen el colesterol gracias a los ácidos grasos beneficiosos oleico y linoleico que disminuyen el colesterol LDL en sangre y mantiene el colesterol HDL o bueno y su funcionalidad en sangre.
Gracias a su efecto sobre el equilibrio del colesterol y su alto contenido en magnesio, que regula la presión sanguínea , las almendras pueden ayudar a reducir el riesgo cardiovascular.
Debido a su alto contenido en fibra y su efecto saciante, las almendras ejercen un efecto positivo en el control del peso corporal. Además se ha demostrado que casi el 15 % de las grasas de las almendras no se absorben en el tracto digestivo lo que limita su efecto calórico.
Recientes estudios indican que las almendras pueden tener un papel significativo en el control y prevención de la diabetes gracias a su alto contenido en fibra, proteínas, magnesio, grasas insatauradas y bajo contenido en carbohidratos.
Los tocoferoles y poliferoles presentes en alto porcentaje en las almendras y más concretamente en su piel. les confieren un poder antioxidante importante, lo que conlleva una protección adicional frente a enfermedades y un efecto anti envejecimiento.